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Sobre “Las agencias creativas les dan poco lugar a las mujeres”

Las agencias creativas les dan poco lugar a las mujeres”, titulaba el domingo pasado uno de los diarios más importantes del país. Sonaba interesante. Casi festejamos. Sin embargo, al leer la nota completa, sólo encontramos un compilado de opiniones breves, opuestas en muchos casos, que al final no concluían en algo claro. Entonces, queremos saber: ¿Las agencias les dan poco lugar a las creativas o no? Pero, más importante: ¿Por qué pasa esto? Laura Visco -Directora Creativa Global en 72andsunny Ámsterdam- fue parte de la nota original y nos cuenta que en realidad dijo mucho más. Que el medio, vaya a saber por qué razones, sólo consideró importante una parte. Por eso, hoy compartimos el texto completo que Laura mandó al diario. Experiencias personales, opiniones y hechos que nos ayudan a entender, un poco más, qué pasa con las creativas y el liderazgo.

laura visco
Por Laura Visco.
Empecé a trabajar en publicidad muy chica, a los 19 años. A los 20 entré a mi primera agencia importante, haciendo una práctica como redactora. Hoy soy directora creativa global en 72andsunny Ámsterdam. Trabajo exclusivamente para Axe, y fui responsable del reposicionamiento de esa marca el año pasado. Trabajé también en Londres en dos ocasiones, ya voy por el sexto (o séptimo, ¡no me acuerdo!) año viviendo en el exterior.Hoy, en mi equipo, el 60% son mujeres. Cuando empecé la cosa era muy distinta. Me desalentaron bastante a que me dedique a esto, justamente por eso: eran todos hombres, y como todo, “por algo será”. Me acuerdo de estar estudiando y ver los créditos de los anuarios de publicidad: no sólo eran todos hombres, sino que también eran todos ingleses. Entonces para mí, que siempre quise hacer carrera afuera, el reto fue doble: soy creativa, mujer, de Sudamérica y mi inglés no es nativo. Mentiría si digo que no tuve problemas respecto al hecho de ser mujer, especialmente cuando trabajaba en Argentina. Parece que todo el tiempo tenés que demostrar más. Hay como cierto aire de duda constante sobre tu capacidad. Todo te cuesta más. La mujer que trabaja en publicidad y te dice que este problema no existe, es porque está tan metida que ya lo normaliza, y por lo tanto, no lo ve. Pero el día que finalmente lo ves, no podes dejar de verlo. Es como la C en el logo de Carrefour. Yo hasta llegué a normalizar vestirme de pibe los primeros 5 años de mi carrera, para “camuflarme” entre tanto hombre. ¡Iba a laburar en jogging! Y también normalicé el hecho de que mis compañeros me gritaran “sos una puta” el día que finalmente me efectivizaron como redactora junior. Nunca pensaron que era por mi capacidad, inmediatamente lo ligaron a que seguramente me había acostado con alguien. En su momento me callé la boca y lo pasé completamente por alto. Ahora a la distancia, me parece una locura.Se suele entender a la diversidad como una cuestión moral, no creativa. Cuando la verdad es que tener gente diferente trabajando con uno hace que las ideas sean mejores y adquieran otra profundidad. Diferencia de sexo, edades, background social, inquietudes, disciplinas. Todo eso enriquece a las ideas.Pero para mí el cambio tiene que venir desde mucho antes: hay que fomentar la creatividad desde chicas. En cambio, se nos enseña que nuestro valor tiene que ver con cómo lucimos, y no con cómo pensamos. Nacemos y nos enchufan un bebé de juguete, un set de maquillaje y una cocinita como diciendo: este es tu lugar, y estos son tus intereses. Por eso hay menos mujeres desde el vamos estudiando para ser creativas: nuestra narrativa cultural de género nos hace sentir que ese no es nuestro lugar. El otro día estaba leyendo un estudio: nenas de 6 años ya ven la inteligencia y el liderazgo como un valor masculino. Es una locura. Eso tiene que cambiar.Hoy hay más mujeres en creatividad, el problema es que no llegan a ocupar puestos altos. Y eso es un tema que existe en la sociedad, no solo en nuestra disciplina. Las mujeres no están llegando a los puestos más altos porque no se asocia al liderazgo con lo femenino. Entonces nos cuesta más avanzar: se nos tilda de conflictivas. Escuchás decir “esa mina es brava” cuando hablan de vos, como si fuese algo malo tener capacidad de decisión o de liderazgo, o tener una opinión bien formada. Es algo que culturalmente no se espera de una mujer, entonces se lo rechaza. Te tildan de jodida porque lo que decís va en contra de la figura suave y maternal que se tiene de una mujer.El sistema tampoco está diseñado para que la mujer pueda ser madre y profesional a la vez, sin tener que resignar una cosa o la otra. Estamos esclavizados a la oficina, cuando tranquilamente se puede trabajar remotamente. Tengo amigas que están amamantando y esto genera problemas en su vida laboral. Estamos en el 2017, ¿por qué seguimos atados a ir a una oficina, si la tecnología nos dio mucha más libertad? ¿Por qué no hacemos las jornadas laborales más amigables para la gente que quiere tener una familia? Tenemos leyes laborales muy antiguas, de la época que las mujeres no salían a trabajar. Por otro lado, ¿por qué no dejamos en paz a la que no quiere ser madre? Se estigmatiza a la mujer que trabaja mucho, o que no quiere tener hijos para dedicarse a su carrera. Como si fuese un monstruo que “desaprovecha” el fin por el cual vino al mundo, cuando en la realidad, en ningún lado dice que es obligatorio.

Si, como Laura, también tenés una opinión que no se mostró, te invitamos a compartirla. Este espacio es para todas.

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