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¿Qué es no ser feminista?

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Por Gretel Müller.
Una mujer en el laburo no tiene seguridad sino “carácter”, una mujer que defiende una idea no es segura, es “de carácter fuerte”. Con una de mis compañeras de la agencia nos reímos de este tipo de cosas, porque siempre nos etiquetan de la misma manera. Nos reímos porque entendemos que las cosas están cambiando y que la risa también es un recurso para no aflojar y para mostrar una incomodidad desde la ironía. Nos reímos porque “tenemos carácter fuerte” y somos mujeres seguras.El otro día, en mi clase de inglés, hablamos de feminismo. La profesora nos preguntó si nos considerábamos feministas, mi dupla y yo dijimos que sí sin dudar. Otras dos chicas dijeron que no lo eran. Me extrañó. Luego les pregunté qué consideraban que era ser feminista y les dije, que yo a diferencia de ellas, sí las consideraba feministas.– Es que yo apoyo la causa, pero no hago nada por ella.– Sí, eso me pasa a mí también, no voy a todas las marchas.No existe credencial para ser parte de un “club de feministas”, todas hacemos algo desde el lugar que podemos, no hay grados de feminismo, hay personas diferentes que piensan diferente pero estoy segura de que todas desde nuestro lugar vamos por lo mismo: la igualdad.Eso me hizo pensar, ¿qué es para mí ser feminista? ¿Qué es no serlo? ¿Todas somos feministas y machistas en algún sentido? Yo creo que en algún sentido sí, lo somos.El machismo es una escara de un músculo que quedó atrofiado, es un lapsus que se filtra en cada inconsciente incluso cuando puteamos y le decimos hijx de puta a cualquiera. Es parte de nuestro lenguaje putear a las viejas, puteás a un hombre hablando de su mamá, porque puto no es puta aunque también es insulto. El machismo es parte de nuestro lenguaje, de nuestra moda, de nuestra literatura y de nuestra publicidad. Lo bueno es saber que está ahí y tratar siempre de hacerte a un lado, de no volver a caer en él. Tratar de cambiar nuestras formas de pensar, de hablar, de escribir, de relacionarnos e incluso de hacer publicidad hacia afuera y hacia adentro de las agencias también.No hay que decir feminismo para saber de qué estamos hablando cuando elegimos reproducir un estereotipo, o no, en un mensaje. Simplemente hay que tratar de corrernos de ese espacio donde las mujeres laburan marcas de mujeres y los hombres de hombres, somos humanos, somos machistas, pero también muchos somos feministas no importa el género o la edad y eso está generando un cambio.Por suerte antes de poner la imagen de un culo o unas tetas al lado de un copy, pensamos en la repercusión que eso puede llegar a tener. Vivimos en un mundo machista, pero que está cambiando, que ya empezó a pensarse diferente. Ya se empezó y cada vez más se habla de algo que estaba invisibilizado. Hablar de esto ya es ser feminista, seas hombre, mujer, trans o alien, ya no es lo mismo, ya se siente. Estamos en un momento de efervescencia y ya no se puede ni se quiere volver atrás. Me encanta vivir este momento desde el interior de la publicidad porque ese es mi lugar también de lucha, a la hora de pensar una idea o comunicar un mensaje tratar de no caer en el anciano machista que gobernó nuestros copies durante muchos años y ahora ya no puede seguir haciéndolo. Me encanta hablar de machismo y feminismo por todos lados, me encanta escribir notas que sé que hombres y mujeres van a leer porque entienden que éste es un momento bisagra, me encanta que haya un espacio como este blog y que todos hablemos de lo que antes, hace unos años, no todos hablábamos. Es una gran oportunidad y éste es el momento para seguir hablando, re-pensándonos.
Para todxs los que quieran seguir charlando, me pueden encontrar en Instagram y en Twitter como @Gret_m.

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