Cuando empezamos a hablar
Por Mercy S. Brousset.
PERÚ.- A ti colega publicitario que te conoces la problemática de las mujeres en el país y el mundo al derecho y al revés. Tú que has pensando más de una vez cómo tu marca puede decir algo al respecto, es momento de ser consecuente con las ideas que propones, no quiero tener que llamarte macho progre. Quizás haya llegado el momento de cuestionar tus privilegios en la industria.Hace unos días, una compañera tuvo el valor de contar su caso públicamente. No es fácil ser la primera en hablar, pero gracias a ella, estoy segura de que muchas tendrán el valor para hacerlo. Y cuando lo hagan, espero que las escuches, sin minimizarlas, sin amedrentarlas, sin restarle urgencia a su angustia y con la total disposición de hacer algo al respecto.Ese comentario, ese gesto, ese “chiste” que nos pone incómodas “no es solo una broma”. Es una forma de violencia y se llama hostigamiento sexual, por si a estas alturas no estaba claro. Generar, promover o naturalizar estos actos tan repudiables es completamente condenable.Tengo los suficientes años en esta industria para saber de qué estoy hablando. Nos hicimos los ciegos mucho tiempo y mira en qué terminó.Leo el testimonio de nuestra colega y no puedo evitar pensar que esto es culpa de todos, que todos hemos consentido mirar a un lado.Lo doloroso de una agresión sexual no es solo la pesadilla del acto mismo, sino todo lo que se viene después. La víctima se responsabiliza a sí misma y después de analizar todas las posibilidades cae en cuenta de que lo mejor será quedarse callada. Porque no tiene pruebas, porque nadie le va a creer, porque la van a tildar de loca, de exagerada, de mentirosa, porque probablemente nadie más la contrate porque ¿quién quiere trabajar con una problemática?Te castigas antes de que la sociedad lo haga, te marginas, te apartas y te empiezas a apagar.Estás dañada, rota, fragmentada y sientes que jamás lograrás superarlo. Y si te digo la verdad, ese dolor es un dolor con el que tienes que aprender a lidiar durante toda tu vida, porque hay cosas en el interior de una que se rompen para siempre.Pero luego, a pesar del miedo, una se atreve a hablar y luego otra y luego otra y luego somos un grupo y luego un movimiento.Porque la palabra es el arma de lucha más poderosa, pero necesitamos que se empiecen a generar espacios seguros dentro de las agencias donde podamos ser escuchadas.Al cerrar esta nota los mensajes de compañeras que me contaban casos de hostigamientos sexuales seguían llegando a mi inbox, todas con miedo a hablar ¿te parece justo? Porque a mí no.A ti colega publicitario, que tanto hablas de la gran transformación, la gran transformación está sucediendo ahora y es momento de definir cuál será tu rol.Sobre la autora:
Mercy S. Brousset tiene más de 7 años de experiencia en Publicidad. Desde el 2015 es directora creativa en Tribeca Antartyca, gestionando y supervisando el proceso creativo para marcas como Entel Perú y la Fundación Peruana de Cáncer. Ha trabajado con marcas de consumo masivo como Halls, Sublime entre otros en J. Walter Thompson Perú, participando en la creación de personajes memorables como La Oveja Negra de Sin Parar. Además es comediante, feminista y mamá de Facundo. Su propósito es generar campañas socialmente responsables, efectivas para las marcas pero sobre todo para la comunidad.
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