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El juego de romper estereotipos

Por Alita Pereyra.

Les argentines seguramente recordarán ese momento incómodo donde un supermercado rotuló juegos para niñas y juegos para niños, marcándole la cancha y coartando sus aspiraciones.

Y sí, hay marcas para las cuales la cocinita va a seguir siendo para las nenas y las grúas y autitos para los nenes. Pero estamos a tiempo de cambiar las cosas, y hay muchas marcas que ya lo están haciendo.

Los estereotipos de género se definen entre los 5 y 7 años y nada mejor que esta pieza de MullenLowe Londres para revelar esta historia. 

Recuerdo que cuando vi el video por primera vez, tuvo un efecto tan grande que me dejó recalculando. Si el “Déja vu” es vivir una situación por primera vez y a la vez tener la certeza de haberla ya experimentado en el pasado, el “Vuja de” es exactamente lo opuesto: nos encontramos ante una situación familiar pero la vemos con una nueva perspectiva que nos permite encontrar nuevos insights en viejos problemas.

“Vuja de” es exactamente lo que me pasó cuando, buscando el regalo para una niña de unos amigos, me encontré caminando por la góndola del supermercado rodeada de Barbies.

Qué grata sorpresa me llevé. Si bien parte del legado sigue presente, Mattel desarticuló por completo la Barbie que me tocó a mí en mi niñez: hegemónica, rubia, flaca, alta y siempre con sus tacones. 

Pasaron unos cuantos años para volver a tener una Barbie en mis manos, mirándola con la emoción de descubrir que Mattel se atrevía ahora a lanzar un modelo de Barbie con capacidades diferentes acompañada por su silla de ruedas. Ahora podemos ver una Barbie que refleja cuerpos reales, distintos tonos de piel, diferentes ascendencias y rompe los estereotipos en cuanto a profesiones y géneros. Bajo la iniciativa #MixUpTheToyBox, la empresa lanza su invitación: “Este año ayudemos a los niños a entender y apreciar la diversidad, sumando mayor diversidad a sus cajas de juguetes”.

Cuando ya estaba hiperventilando, vi aún un reconocimiento mayor: la serie limitada “Inspiring Women” (mujeres inspiradoras). 

Ahí estaba en el estante Ella Fitzgerald, esperando que alguien la venga a buscar para que la nueva generación conozca a esta heroina del Jazz. De la misma colección, hace muy poquito se lanzó el homenaje a Maya Angelou, generando amplia cobertura en la prensa. Inmediatamente me pregunto si esta nueva estrategia les dará resultados de negocio. 

Sigo recorriendo los pasillos, ahora prestando mayor atención a todos los juguetes. Siendo honesta, veo que el clásico azul versus rosa sigue vigente, pero también encuentro una nueva rareza: el packaging con representación de ambos sexos. Es ahí donde ser cantante, hacer un asadito, encargarse de la limpieza, revisar mascotas, deslumbrar en la cocina, tener un taladro y un set de herramientas o jugar carreras de autos, parecieran ser actividades esperadas para ambos géneros, sin estereotipos.

También me encuentro con una nueva oleada de juegos y juguetes, los catalogados bajo “STEM”.

“STEM” son las siglas en inglés que representan ciencia, tecnología, ingeniería y matemática. Entonces acá ya no vemos directamente representación de géneros en el packaging. Son lo que podríamos definir rápidamente como juguetes que principalmente contienen experimentos para promover el aprendizaje, la curiosidad y el descubrimiento.

Las ocupaciones para las que tanto talento vemos escasear en el presente. Juegos que relacionan a los niñes con profesiones como ingeniería aplicada a trabajar en Spotify como expertes en Machine Learning o en ESPN como Data Scientists enfocades en estadística deportiva, devendrán de esta nueva generación para la que el género dejará de vivirse como una limitante. Una generación que a través del juego aprenderá sin estereotipos, gracias a marcas que supieron encabezar la revolución en la representación.

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