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Brecha de género en el dolor, estereotipos y dolor menstrual

Por Florencia Mendez Imagen de un abdomen de una persona sentada.

En el mes de concientización sobre la endometriosis, una pregunta y un deseo sobre la representación de las distintas realidades a la hora de atravesar nuestro ciclo menstrual.

En primer lugar, me pregunto: ¿Por qué a la hora de hablar de menstruación las marcas no hablan sobre el dolor? Estamos acostumbrades a ver campañas que nos indican cómo atravesar nuestro ciclo, cómo sentirnos o cómo deberíamos vernos durante esos días, pero ¿qué otros mensajes necesitamos ver?

Hace muy poco una campaña que buscaba visibilizar la menstruación estuvo en boca de todes por mostrar en TV abierta una mancha de sangre en un pantalón. Podemos debatir sobre si fue útil o no en la lucha por romper con el estigma, pero tratemos de imaginar si todos esos segundos de pauta, momentos de alcance y atención, hubieran sido destinados a poner sobre la mesa temas que generan dolor (literal y figurativamente) en la población que menstrúa.

Pensemos, por ejemplo, si se hicieran más campañas masivas que hablen de que la menstruación es un factor más de desigualdad porque cuesta dinero y, por lo tanto, el sistema termina excluyendo a personas que no pueden acceder a productos de higiene menstrual (como #MasToallitasMenosFaltas de Always); que abran el debate sobre si necesitamos o no faltar a trabajar por dolores menstruales; que representen a todas las personas que menstrúan y no solo a las mujeres cis; que hablen de que el dolor menstrual no es normal y que no debemos soportarlo, y brinden recursos e información para saber qué hacer o a dónde acudir en el caso de sufrirlo.

En Argentina 1 millón de personas menstruantes padecen endometriosis (Página 12, 2022), aún así poco se sabe sobre esta enfermedad y menos se habla. Las personas que la sufren, en muchos casos, deben hacer numerosas consultas con diferentes profesionales antes de obtener un diagnóstico certero ya que muchas veces no son escuchadas y suelen ser tildadas de dramáticas al expresar su dolor. Uno de los motivos del retraso que obliga a estas personas a soportar el dolor por más tiempo es la brecha de género en el dolor.

Se trata de una disparidad en la forma en que se interpreta y trata el dolor entre hombres y mujeres, que está marcada de manera más profunda en cuestiones de salud reproductiva (The Washington Post 2023). Estadísticamente las mujeres cis somos más propensas a expresar nuestro dolor pero aún así somos menos diagnosticadas y tratadas por dolores crónicos (HealthyWomen 2021, The Washington Post 2023, Wellframe 2022).

Los motivos que profundizan estas diferencias son principalmente factores sociales y culturales como los estereotipos y prejuicios de género, agravados por cuestiones interseccionales. Son precisamente los medios de comunicación los que en gran medida perpetúan los mismos y tienen una enorme responsabilidad a la hora de moldearlos. Es por esto que es importante que las marcas de productos de higiene menstrual sean responsables a la hora de dar mensajes que busquen representar cómo menstruamos, para no alimentar un imaginario social que considera que problemáticas como el dolor menstrual son algo normal y que debemos soportar sin chistar.

Deseo que pronto podamos ver representaciones más reales o, mejor dicho, más fieles a lo que muches de nosotres vivimos en esos días de nuestro ciclo. Muches no queremos bailar, andar en bicicleta o a caballo, o incluso salir de nuestras casas, algunes porque simplemente no tenemos ganas, otres porque el dolor se los impide. 

Florencia Mendez

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