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La industria tiene que cambiar: REPRESENTACIÓN

En el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, la ONG Publicitarias y el medio Feminacida redactaron una carta para reiterar los reclamos históricos de mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales, no binaries y feminidades intersex trabajadoras de la Industria de la  Comunicación, el Marketing, la Publicidad y el Periodismo para exigir un ámbito laboral y un ejercicio de la profesión más equitativo, inclusivo y diverso. 

Voces de personas y organizaciones expertas en cada temática, fueron invitadas para redactar una nota sobre uno de los reclamos de la carta en el cual tuvieran experiencia, para profundizar sobre el tema.

Samanta Alonso, comunicadora feminista y militante gorda.

Si bien los feminismos atravesaron la comunicación permitiendo que los medios, las marcas y las publicidades contengan una mayor representación de identidades diversas, todavía se perpetúan muchos estereotipos. 

Desde mi identidad política como persona gorda, entiendo que hay algunos cuerpos gordos que aparecen —lo cual es muy importante, porque cuando uno se ve reflejado en cualquier lugar público se habilitan nuevas posibilidades—. Sin embargo, se siguen eligiendo aquellos que son funcionales al sistema: mujeres blancas, cisgénero, altas, con curvas. 

Si hablamos de gordura, hay una gran diversidad de tipos de cuerpos y de identidades, pero en general las personas que aparecen en distintos espacios de la comunicación entran dentro de los cánones de lo mainstream. 

La comunicación hegemónica nos hizo mucho daño, sobre todo a las feminidades, a través de la reproducción de estereotipos de belleza. Nos dijeron que si no teníamos cierto cuerpo no valíamos. Yo crecí con la idea de que se iban a burlar de mí, de que no podía ser una persona exitosa y que no podía hacer lo que quería porque había nacido con un cuerpo que no es el que se espera. Nunca había entendido de dónde procedía todo esto, hasta que me crucé con el activismo gordo y puse politizar mi identidad. 

Por eso, entiendo que al representar a las identidades y cuerpos diversos no sólo reconocemos que existen, sino que también valoramos sus experiencias y sus derechos. La comunicación hizo un gran daño histórico a las identidades diversas que hace muy poco tiempo comenzó a ser problematizado.

Hoy es muy importante que a la hora de comunicar se piense siempre desde la diversidad, y no ya desde la hegemonía. Hay que apostar a una comunicación que incomode, a una comunicación que realmente tenga ganas de incluir, que no solamente cumpla con un cupo.

Te invitamos a sumarte firmando la carta para exigir que se lleven adelante acciones para transformar el ejercicio de la profesión y garantizar un ámbito laboral inclusivo, equitativo, diverso y libre de violencias.

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