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Mujeres conectadas: igualdad de género en marketing y publicidad

El pasado 14 de marzo, la Mobile Marketing Association (MMA) reunió a mujeres líderes en su primer encuentro  “Mujeres Conectadas” para abordar un tema central: cómo es el rol de la mujer en el ámbito laboral y cómo generar un cambio en la sociedad. Y Publicitarias.org estuvo ahí.

Soledad Moll, gerente de MMA Argentina, fue la encargada de inaugurar la jornada. “Generamos este espacio con el objetivo de compartir experiencias, reflexionar y estrechar lazos. MMA apoya la diversidad y queremos ser parte del cambio social que se está produciendo en Argentina” comentó.

En el evento, estuvieron Soledad Simond, directora de la revista Ohlalá; Sol Flores, asesora ejecutiva de Marketing; Marcela Petrillo, Country manager de Von Der Heide, Florencia Yanuzzio, directora de la Fundación Avon; Vanina Rudaeff, CEO de J. Walter Thompson Bs As; Clara Forno, directora de la marca Rapsodia; Julia Rayeb, Directora Creativa de Facebook y Paula Ferrari, directora Regional de Marketing de GSMA; y Melanie Tobal, directora General de Publicitarias.org.

En su presentación, Melanie habló de los “baby steps” que Publicitarias.org lleva adelante para generar cambios sobre diversidad y perspectiva de género y dio detalles sobre el estado de situación actual de la industria. Por ejemplo, explicó que cuando se googlea “Mujeres y publicidad”, lo que sale son todas mujeres posando para una marca. “Es contradictorio”, señaló, “porque el 73% del consumo la manejan mujeres y a pesar de eso se representa a la mujer de forma sexista”. Lo mismo sucede cuando se observan las tapas de las revistas de publicidad: los referentes suelen ser varones, blancos, de mediana edad, clase media/media alta. “No es que no haya mujeres referentes, sino que no se las muestra”, subrayó.

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Melanie también repasó una encuesta realizada desde la organización a trescientas mujeres que trabajan en agencias de publicidad argentina. Los datos revelaron un panorama preocupante. El 86% escuchó o recibió comentarios sexistas por parte de sus compañeros. El 51% sufrió acoso moral, el 56% sufrió insinuaciones sexuales por parte de colegas o superiores, y a esto se le suma que el 88% niega conocer un departamento que te dé soporte a estos casos. “No hay donde denunciarlo. Te callás”. También, el 53% de las encuestadas indicó que le pidieron que realice tareas menores por ser mujer, independientemente de su cargo: pedir comida, tomar nota, servir café, abrir la puerta. En tiempos actuales, Melanie soslaya que la digitalización democratiza la inclusión de la mujer porque le permite muchas formas de poder visibilizar el trabajo propio y la autogestión. Sin embargo, alertó sobre la importancia de  que no quedarse solo con Internet sino pasar a la acción en la vida real y dio como ejemplo el millón de personas que se movilizaron en la calle cuando tuvo lugar la discusión sobre la ley de interrupción voluntaria del embarazo.

Soledad Simond, Directora de Ohlala e instructora en El Arte de Vivir, comenzó su presentación con una reflexión sobre la importancia de conectarse con uno mismo. Con los nuevos modelos de trabajo, la velocidad con la que avanzan las cosas y la resistencia que generan los cambios, Simond asegura que es necesario ablandarse. “El descanso de la Guerrera” como se tituló la charla, hizo referencia a la importancia de que cada uno en su trabajo pueda tomarse aunque sea, cinco minutos para respirar y liberarse del stress que las responsabilidades conllevan. “Los desafíos que hoy tenemos, tienen que ver con la creatividad, con la empatía, con saber qué nos pasa. “habilidades blandas”. Si estamos agotados no hay manera de que ninguna de estas virtudes salgan a flote. La desconexión es fundamental”.

Para Sol Flores, asesora Ejecutiva de Marketing, cuanto más conectadas estén las mujeres, mejores resultados van a surgir. En esa línea, argumentó que la era digital es una aliada para lograr la igualdad de oportunidades. Networking, generar comunidades, negocios, capacitaciones, grupos de intereses, estar más conectadas. Eso permite evolucionar como mujeres y como emprendedoras

Desde Von Der Heide, Marcela Petrillo indicó que, en Argentina, solo el 6% de las gerentes Generales son mujeres, el 23% de puestos ejecutivos son mujeres, 15% directoras, 28% jefas.  Estos números no cambiaron demasiado en el último tiempo. A pesar de los datos que se tienen, Petrillo consideró imperativo poder pasar al plano de acciones que funcionen y despierten inquietud en pos de un cambio.

Además, remarcó cómo las compañías en general continúan asignando roles para hombre y roles para mujer. “Se cree que los hombres son buenos para tomar decisiones y las mujeres para tareas de asistencia”, explicó y citó como ejemplo una de las prácticas discriminatorias de diversidad: la flexibilidad horaria. Las empresas lo tienen como algo exclusivo para las mujeres, así les es permitido retirarse de su horario laboral más temprano y llevar al hijo al pediatra. En tanto al hombre se le concede quedarse trabajando hasta más tarde, cuando bien podría ser él quien se ocupe de eso también. Esta práctica de flex time termina siendo desfavorable para las madres.

A raíz de estas observaciones, Petrillo señaló algunos puntos para trabajar: crear equipos mixtos, promover la licencia de paternidad extendida para que la responsabilidad sea compartida, entre otros. “Si me pregunto cómo llegué hasta acá o hacia donde quiero ir, tiene que ver con las ganas de hacer. Y en algún momento con haber pensado que había alguien que me lo podía condicionar o prohibir”, concluyó.

Por su parte, Florencia Yanuzzio, directora de Fundación Avon, recordó que las desigualdades que vemos en la sociedad se crean muchas veces desde la infancia, cuando en el colegio ponen a las nenas a jugar con las ollas y a los varones a construir un puente con bloques. La naturalización de la violencia hacia la mujer llevó a que hombres y mujeres no reaccionen ante determinadas situaciones que no debieran ser habituales. Para Fundación Avon, poder trabajar en conjunto con otras organizaciones es clave; dejar los egos de lado. La mirada tiene que ser complementaria, integrada, robusta. “Los hombres son necesarios para el cambio, hay que hacerlo juntos” concluyó.

Rapsodia estuvo presente de la mano de Clara Forno, su directora, quien sumó más números al debate: “El 97% de los presidentes en compañías son hombres y la diferencia salarial entre hombres y mujeres es de un 33% a misma posición”, explicó. Su discurso estuvo centrado en el desarrollo de las capacidades que las mujeres deben profesionalizar.

Entre las mujeres líderes que participaron, Vanina Rudaeff, CEO de J. Walter Thompson Bs As, compartió su experiencia personal en la industria publicitaria. En gran parte, describe, se trata de las ganas que cada una tenga y de no claudicar en el camino. En este sentido, recordó el entorno que la acompañó durante su crecimiento donde le asignaban “tareas para mujer” hasta que se rodeó de gente que escuchó las ideas que tenía para aportar. “Hoy, el valor de escuchar, sin importar el género, es un pilar en la compañía”, afirmó.

En otra de las presentaciones, Facebook habló de su proyecto Ella es Historia. Julia Rayeb, directora Creativa, vio que las mujeres utilizaban Facebook para generar conexiones, proyectos y por ello decidieron invertir para potenciar el programa en todo el mundo. Como prueba de esto, invitó al escenario a Celeste Medina, co-fundadora de ADA, un proyecto que enseña programación a las mujeres y busca achicar la brecha que existe en este rubro.

La última presentación la dio Paula Ferrari, directora Regional de Marketing de GSMA Latam, quien puso la alerta sobre las pocas mujeres que están decidiendo estudiar carreras tecnológicas. Cuando se trata de los puestos del futuro, que seguramente serán relacionados a lo digital, las mujeres no están desarrollando esas capacidades tecnológicas cada vez más necesarias y eso las deja rezagadas. Ferrari destacó que la mayor barrera que se tiene en Latinoamérica en cuanto a usabilidad de la tecnología por parte de la mujer, tiene que ver con la seguridad. De acuerdo a la investigación de GSMA, el tener un teléfono móvil al ir por la calle, hace que se sientan inseguras, ya sea por la agresión física de un robo, hasta el acoso online y el robo de identidad.

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