Publicitarias

Hoy más que nunca, ni un paso atrás.

Por Morena Migliorisi

Davos, jueves 23 de enero. El presidente de la República Argentina, Javier Milei, expresa en el Foro Económico Mundial que el feminismo hizo creer “que la vida de una mujer vale más que la de un hombre” y que “la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil”. Sin un ápice de vergüenza, sigue: “Son pedófilos”. Con horas de diferencia, Nicolás Marquez, intelectual y asesor del Presidente, habla en contra de la Educación Sexual Integral, dice que “la ideología de género justifica la pedofilia” y que “a las mujeres se las mata por infidelidades”. En paralelo, Mariano Cúneo Libarona, actual Ministro de Justicia de la Nación, confirmó la intención que tiene el gobierno de sacar el agravante de femicidio del Código Penal por lo que, de ahora en más, serían considerados homicidios simples, bajando de penas perpetuas a sentencias de entre ocho y veinticinco años.

En medio de una semana oscura para todas las personas que queremos un país con justicia social y derechos humanos, es importante recordar por qué peleamos y por qué no debemos dejar de hacerlo.

Hacia 1980, Serge Moscovici, psicólogo social rumano, se dedicó a estudiar las minorías y su influencia en las sociedades. En este marco, desarrolló la Psicología de las Minorías Activas. La teoría sostiene que las minorías pueden lograr influencia sobre las mayorías y causar transformaciones profundas en la sociedad. Algunas de las características que considera imprescindibles para lograrlo son: la consistencia en el mensaje a lo largo del tiempo, la coherencia interna (es decir, la unidad entre sus miembros) y la adaptabilidad a los cambios sin perder la postura o reclamo original.

Hay muchos casos históricos nacionales que, además de reforzar y dar sustento a esta teoría, nos permiten recordar que siempre que logremos unidad y busquemos instalar nuestras problemáticas de forma activa, es posible causar cambios profundos y duraderos en la sociedad.

  1. El feminismo y la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Luego del XVIII Encuentro Nacional de Mujeres realizado en Rosario en el año 2003 y el XIX Encuentro Nacional de Mujeres de Mendoza en el 2004, se lanzó el 28 de mayo de 2005 la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

El activismo de diversas organizaciones feministas, LGBTIQ+, políticas, sindicales, de derechos humanos, profesionales, científicas, académicas, redes campesinas, comunitarias, comunicadoras y artistas logró poner en el centro del debate social la realidad del aborto, las muertes de mujeres y personas gestantes debido a abortos clandestinos, las maternidades forzadas en niñas; y los mitos, prejuicios e hipocresías en torno al aborto y la sexualidad en general. De esta forma, se instaló en la agenda política la urgente necesidad de legalizar y despenalizar el aborto, considerándolo una cuestión de salud pública y derechos humanos.

Bajo la consigna “Educación sexual para decidir. Anticonceptivos para no abortar. Aborto legal para no morir”, la campaña supo incluir a personas que, sin autopercibirse feministas, apoyaron el reclamo.

El 30 de diciembre de 2020 se logró la aprobación de la Ley 27.610. 

Hoy la Interrupción Voluntaria del Embarazo es un derecho.

  1. Colectivos LGBTIQ+ y la Ley de Matrimonio Igualitario.

Los colectivos LGBTIQ+ lograron la sanción de la Ley 26.618 (Ley de Matrimonio Igualitario) el 15 de julio de 2010, después de una lucha y activismo que llevó décadas y pese a la oposición de la Iglesia Católica y los espacios políticos más conservadores.

  1. Las Abuelas de Plaza de Mayo y su lucha por la identidad.

Se organizaron en 1977, plena dictadura cívico-militar, y se plantaron ante los militares juntándose todos los jueves en Plaza de Mayo para pedir por sus hijos y nietos secuestrados y desaparecidos por el terrorismo de Estado. Lograron que distintos organismos internacionales prestaran atención a lo que pasaba en Argentina y, como consecuencia, exponerlo en el mundo. 

Gracias a la participación activa de Abuelas en la ONU, en noviembre de 1989 se logró incorporar a la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) los artículos 7, 8, y 11 para garantizar en todo el mundo el Derecho a la Identidad.

Llevan restituidas las identidades de 139 nietos y nietas.

¿Qué tienen en común todos estos casos?

Fueron minorías que generaron disonancia en la mayoría y una posterior revaloración de las creencias establecidas, lo que resultó en la creación de leyes y nuevas legislaciones que expandieron el alcance de los derechos humanos.

Pero, ¿por qué este texto? ¿Por qué esta recapitulación de hechos que ya conocemos? Porque es importante recordar. Es importante recordar quiénes somos, por qué peleamos, por qué no podemos dejar de pelear y qué cosas nos han traído hasta acá. Nuestra historia como mujeres y colectivos LGBTIQ+ está construída sobre resiliencia, lucha y derechos obtenidos. Y, aunque haya personas a quienes les convenga que pensemos lo contrario, es algo que no se puede borrar porque ya forma parte de nuestra identidad.

El sábado 1° de febrero a partir de las 16 horas, se convoca a la Marcha Federal del Orgullo LGBTIQ+ Antifascista y Antirracista en el Congreso (CABA). Se espera la concurrencia de personas de todos los sectores y autoconvocadas que quieran expresar su oposición a los dichos del presidente en Davos.

Hoy más que nunca, ni un paso atrás.

Foto de Morena Migliorisi
Morena Migliorisi

Publicista y redactora creativa.

Notas
relacionadas