4 consejos para animarte a cambiar

Por Carolina Brinusio.
Desde los 19 años trabajo para el mundo de la publicidad. Mi primer empleo comenzó como reemplazo de recepcionista en una reconocida agencia de publicidad y he trabajado desde ese entonces hasta hace cinco años en los departamentos de Recursos Humanos.Puntualmente en el año 2012, ante una situación límite laboral en la que sufrí maltrato verbal, tomé la decisión de independizarme y fundar mi consultora.Vivir esa experiencia intensamente (fiel a mi estilo) y haber transitado décadas como responsable de Recursos Humanos en diferentes organizaciones, me ha llevado a realizar asesoramientos a mujeres que están en búsqueda de “algún cambio”.Es una tarea muy reconfortante en la que las ayudo a superar miedos y descubrir soluciones, potenciar capacidades y derribar barreras mentales. A encontrar ese cambio que no sabemos bien qué es, pero que se manifiesta cada vez con más frecuencia y en el que algo nos dice que tenemos que mover alguna ficha, modificar “algo” en nuestras vidas.Esa incomodidad las para (y nos para) frente a nuevos desafíos, situaciones nuevas con emociones encontradas. Sentimos una necesidad de patear el tablero de una manera desmedida y al mismo tiempo nos asusta. Porque no sabemos bien de qué se trata, o cómo canalizar esa pulsión, nos invaden la incertidumbre y los temores.Si bien todo se evalúa de manera individual y cada una de nosotras tiene un bagaje que hace que cada caso se presente y trabaje de diferentes formas, estos tipos de cambios muestran muchas semejanzas.Años de experiencia me han permitido recopilar algunos pequeños consejos que siento pueden ayudar en épocas turbulentas:- Cambio de perfil: tomate un día entero para vos, cambiá de lugar y solo concentrate en lo que querés, o qué te gustaría hacer. Llevate un cuaderno y anotate tooodo, no dejes nada fuera. Puede que no lo veas inicialmente, pero es un buen ejercicio de introspección.
- Mejorá tu CV y tu portfolio: pasale el documento a alguna amiga o colega, que lo lea y te dé una devolución, puede que sea un primer paso para observar tu realidad desde otra óptica.
- Visualizate en una entrevista: sé vos, solo vos. Intentá ser natural, repasá y bajá a papel todo lo que hiciste, tus logros, verbalizalo. Enumerá todo lo que pensás que tenés como fortalezas y parate en ellas, trabajá sobre tus virtudes. Creétela.
- Proyectá: “¿Cómo negocio el sueldo?”, “no tengo experiencia para realizar tal tarea”, “quiero ser freelancer”. Planteate aquello que ocupa tus pensamientos y hacé números. Es una excelente manera de ver la situación actual de una forma objetiva y comenzar a delinear objetivos mensurables, con plazos lógicos y asequibles sin crearte falsas expectativas o sobreexigirte.
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