Casi 30 y el limpia baños
Por Florencia Daniela Galeano.
Las mujeres decidimos ya hace unos cuantos años, que trabajar nos iba a dar las libertades que nos fueron negadas por mucho tiempo.Y así fue como de trabajar hacinadas en una fábrica pasamos a ser directoras, gerentas y hasta algunas CEOs de grandes empresas (obviamente que demostrando 100 veces más nuestras capacidad que nuestros queridos colegas varones).La publicidad no escapa a esta nueva forma de concebir el mundo, donde las mujeres estamos al frente. Por eso hoy, algunos y cada vez más anuncios, empiezan a mostrarnos que no solo las mujeres necesitamos desengrasar el horno.Pero falta. Y mucho.Y acá estoy yo con casi 30, casi abogada, con casi 6 años en la publicidad, y casi optimista. Viendo cómo todavía en los anuncios las mamás son las protectoras, las novias son las pesadas, las chicas son las que quieren adelgazar, y la menstruación es azul (porque pareciera que además de mujeres somos pitufos).No trabajo como creativa, por lo tanto los anuncios llegan a mí recién saliditos del horno y con la frutilla puesta para no tocarlos más.Y acá comienza un nuevo paradigma, hoy por hoy distintas herramientas nos permiten segmentar todo. ¡TODO!Es hermoso, porque si tengo un producto quiero que se dirija a aquellos a quienes sé, de antemano, que les va a interesar y me lo va a comprar.Pero a veces deberíamos empezar a cambiar un poco ese paradigma. Se supone que la marca de pañales va dirigida a mujeres de 20 a 35, que los autos de alta gama a hombres de 30 a 50.Yo entiendo que si las cosas se hacen así y funcionan y generan dinero lo vamos a seguir haciendo, soy consciente de que la publicidad no trabaja ad honorem.Pero pongámonos a pensar en un breve experimento: mostrémosle el limpiador de baños, sí, ese que me dice que como limpia rápido puedo seguir con las demás cosas de mi vida que no impliquen fregar, a un segmento de hombres de 25 a 35 años.OJO que quizás nos llevemos un sorpresón. Que el chico de esta edad acaba de irse de casa y del calor de su mamá protectora (la que lo cuidaba desde los mosquitos hasta de las caídas por jugar). Que probablemente, y estoy generalizando, el chico a quien me dirija no sepa que para que no se note el sarro el limpiador de baños es estupendo. Quizás el divorciado de 35 no entienda cómo hacía la chica que limpiaba en su antigua casa para dejar ese inodoro impoluto y el limpiador de baños lo acerque a una solución. O quizás lleguemos a aquel muchacho que se divide la limpieza de la casa con su pareja (que para sorpresa de los anuncios TAMBIÉN PUEDE SER UN HOMBRE) y que a él le toco la ingrata tarea de limpiar el baño.Probablemente este limpiador de baños se esté abriendo a un mundo de nuevos y potenciales clientes que por estudios ya realizados, por costumbre y por “sentido común” pudo haber dejado atrás. Porque nos basamos en la experiencia, pero este mundo es nuevo, como los desafíos de llegar cada vez a más personas que les interese lo que mostramos.¿Y quién te dice que para vender más tengamos que generar un mundo más igual y con menos estereotipos? Quizás sea una expresión de deseo o esto sea lo que funcione en el 2018.Fin del experimento.Sobre la autora:
Está terminando la carrera de Derecho pero nunca ejerció. Comenzó a trabajar en publicidad en Universal Music. Trabajó en agencias como Digital Blend, Globadlity y Logan. Actualmente es Publisher Account Manager en Teads.
La encontrás en Linkedin y en Instagram.
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